Orenstein sobrevivió a un campo de concentración y emigró a Estados Unidos, donde se dedicó a la fabricación de juguetes, una pasión que con los años lo llevó a crear robots que se transformaban.
Transformers se convirtió en la franquicia más cotizada en los últimos tiempos, pues no solo se dedicó a la fabricación de juguetes, sino que las figuras han inspirado numerosas adaptaciones, desde una serie de cómics hasta un programa de televisión animado y la franquicia películas de gran éxito.
Además realizó otros inventos como cámaras ocultas en las mesas de póquer, que permiten al público de televisión ver las estrategias secretas y los engaños de los jugadores. Orenstein tenía más de 100 patentes a su nombre en el momento de su muerte.
Fue un gran contribuyente a las causas judías, incluida la ayuda a los sobrevivientes del Holocausto e Israel.
Fuente: Blu Radio