Ryan Castro, conocido como “El cantante del Guetto”, acaba de ganar una milonaria demanda contra la disquera King Records, propiedad de Kevin Roldán, por incumplimiento contractual. El Tribunal Arbitral que llevaba el proceso decidió que la sociedad King Récords deberá pagar a Castro una suma superior a los $US2 millones.

Fueron tres las ocasiones en las que Ryan Castro, conocido como “El cantante del Guetto”, demandó a la disquera, y que ahora, con el fallo del Tribunal, le entrega el 100 % de los derechos de propiedad sobre todos sus fonogramas y audiovisuales (másters).

La historia se remonta a 2020, cuando Castro firmó por primera vez varios contratos de prestación de servicios como intérprete, representación artística y editorial con King Récords de Roldán. Pero al año siguiente, comenzaron los problemas: la disquera no había enviado al antioqueño los estados financieros del contrato. En este mismo año, crearon una nueva compañía discográfica llamada Awoo King Récords, en la que Ryan Castro tendría un 50 % de participación y la mayoría de sus ingresos.

Sin embargo, Roldán quedó con el control financiero de la compañía, pero los abogados de Castro alegaron que siguió incumpliendo los contratos y que le debían dineros. Además, dijeron en su momento que hubo movimientos financieros que no tuvieron el consentimiento del artista, y Roldán se negó a entregar información financiera en los primeros meses de 2023.

Ante esa suma de inconsistencias, después de que Roldán supuestamente se negara a darle las riendas de la empresa, Ryan Castro presentó dos demandas por “incumplimiento de sus contratos discográficos y de management”, y una tercera por “incumplimiento de contratos editoriales”.

Según la firma de abogados del artista paisa, Kings Récords deberá comunicar a las agregadoras, canales virtuales de reproducción, disqueras y editoras encargadas del recaudo de regalías dicho cambio en la titularidad de la música de Ryan Castro, lo cual le otorga una libertad artística, según la firma, sobre los abusos y excesos empresariales.

Fuente:elespectador.com