Con la publicación en Instagram de la fotografía del vestido blanco de un bebé que lleva en el pecho las palabras “Coming soon” la cantante y actriz estadounidense Lindsay Lohan ha revolucionado las redes sociales. Y es que Lohan –de 36 años– es uno de los rostros más conocidos de la industria del espectáculo gringo.

Su trabajo frente a las cámaras y a los reflectores comenzó muy pronto, protagonizando comerciales y telenovelas. Sin embargo, su salto al estrellato lo dio en 1998 cuando protagonizó para los estudios de Disney la nueva versión del filme The Parent Trap. Desde entonces, ha sido una invitada recurrente a las alfombras rojas y a las tapas de los periódicos.

Casada desde 2022 con Bader Shammas, un profesional del mundo financiero, Lohan recibió las felicitaciones de varias actrices y cantantes, entre ellas Bella Thorne, Paris Hilton y Jeremy Scott. Hicieron lo mismo las cuentas oficiales de Instagram, Mtv y Cosmopolitan. Sin embargo, no todo han sido aplausos y brillos en la carerra de Lohan.

Los padres de Lohan tuvieron un turbulento matrimonio, marcado por rupturas y reconciliaciones. El decenio del 2000 fue especialmente problemático para la actriz, que se vio envuelta en escándalos de todo tipo: robos de artículos de lujo, detenciones por conducir ebria o bajo los efectos de las drogas. En esos años Lohan conoció la cárcel: pasó noventa días tras las rejas y vestida con el mono naranja de los presos en Estados Unidos.

Su vida sentimental —que ha tenido capítulos con Heath Ledger, James Franco, Justin Timberlake y Joaquin Phoenix— atravesó un momento crítico en 2016 cuando se publicó un video en el que se ve a su entonces pareja, el multimillonario ruso Egor Tarabasov, agrediéndola en una playa de Grecia. La relación terminó con denuncias de la actriz de que Tarabasov habría tratado de estrangularla.

Con la noticia de su embarazo el mundo que la conoció en los papeles de una niña inteligente y divertida espera que Lohan siga con su vida rehabilitada.

Fuente: elcolombiano.com